lunes, 11 de junio de 2007

Kant: revolución o crítica

Kant, que para algunos tiene mala prensa (se sabe que era un hombre aburrido), sintió una pasión cercana al entusiasmo por la Revolución Francesa. Sin embargo, ese mismo Kant negó a los ciudadanos el derecho a la revuelta contra el poder político y les dejó una única salida: la crítica.
Para Kant, la libertad se demuestra sobre todo en la reflexión pacífica de los ciudadanos. La libertad alcanza el estadio político que permite el uso público de la razón: en una democracia parlamentaria, evidentemente. Ese es el proceso ilustrado, eso significa Sapere aude!, esa es la salida de la minoría de edad del género humano. Y no es cuestión de ponerse impaciente.
Kant (que no Dios) les ofreció a los hombres la responsabilidad, pero nosotros hoy la tratamos a patadas. Cuánta alegría se distingue aún en el encadenamiento y el sometimiento a las pasiones. Cuán felices nos mostramos al reconocer en nosotros un prejuicio de cualquier tipo. Qué sentimientos altisonantes se descubren en la pertenencia a un bando, en llevar los colores, en alzar las banderas, en ser de aquí, de allá, hablar este idioma o el otro, aferrarse a la Iglesia o tirar piedras al Estado, aliarse con las civilizaciones en contra del género humano, ser mujer, indio, blanco, verde, gay, cavernario.
El mismo hombre que le negó legitimidad a la Revolución llegó a sentirse conmovida por ella. Los Derechos del Hombre y del Ciudadano, ciertamente, lo merecen. Una vez promulgados, los ciudadanos son responsables de sí mismos, mientras algunos guerreros notables o no tanto pretenden seguir revolucionados tirando piedras contra las patas de los bancos.

1 comentario:

viagra online dijo...

Pienso que Kant se equivoco al no permitir que el pueblo reclamara sus derechos sin embargo ellos tenian el derecho de expresio. A el le gustaba tomar viagra online y vivir tranquilo