miércoles, 14 de febrero de 2007

Marianne Faithfull en Berlín

Marianne Faithfull, cantante y actriz, por algunos conocida por ser una "superviviente" de la década de los setenta, se llevó ayer una ovación en el Festival de Berlín. Ha hecho una peli (no sé si llegaremos a verla) sobre una abuela que se prostituye en el SoHo londinense para salvar a su nieto. Por lo visto, sale también en María Antonieta, de Sofía Coppola, que aún no he visto.
La Faithfull conoce bien el SoHo. Cualquiera que haya leído su autobiografía sabrá que lo frecuentó mucho e incluso vivió en sus calles en sus peores años de adicción a la heroína, pero que nunca fue prostituta, al menos en el sentido estricto. Cualquiera que conozca su carrera musical sabrá, también, que la Faithfull es descendiente de alemanes (su madre lo era) y que hace ya unos diez años publicó un disco con las canciones de Kurt Weill y Bertolt Brecht. Después hizo una gira que llamó "A Night at the Weimar Republic", con un ambiente que quería ser, en efecto, muy berlinés.
Tuve la oportunidad de verla esa noche weimariana en Madrid. Me impresionó mucho (era joven) y además estaba sentada cerca de Christina Rosenvinge. La Faithfull no cantó Sister Morphine, una de sus canciones más idolatradas; hace años que dejó de cantarla, no quiere que los que la escuchan la reconozcan sólo por haber sobrevivido a las drogas, ni tampoco quiere ese "halo" (que, de todas formas, siempre le adjudican) que, en realidad, acompaña el uso de drogas, su fascinación por la "mala vida". Aunque Sister Morphine es una gran canción, la honestidad de Faithfull al ocultarla de su repertorio actual impacta más porque todos sabemos que la canción sigue ahí. La escribió antes de ser drogadicta, cuando estaba fascinada por el efecto autodestructivo de las drogas. Es una buena canción, pero tiene el halo de la Faithfull superviviente. Justo el halo que ella pisotea.
La Faithfull es también la autora de uno de los mejores discos de los setenta, Broken English. Otro disco con halo. The ballad of Lucy Jordan obtuvo su muy justo y digno halo tras su aparición en la película Thelma y Louise, mientras Susan Sarandon y Geena Davis conducían por el cañón de Colorado. Dos mujeres enloquecidas. Un himno doble, al que sigue la superficial pregunta: ¿con cuál te quedas?
Con Geena. Bueno, con Marianne, en realidad. La mejor actuación de Geena Davis está en una peli que recomiendo a todo el mundo, El turista accidental. A Marianne, por su parte, la recomiendo en su versión del rollingstoniano As tears go by. This is the evening of the day... I sit, and watch the children play... Una canción con la que se hizo famosa más o menos a los veinte años. Ahora la canta mucho mejor.
Quizás le dedique otro post.

1 comentario:

boomer dijo...

Si no fuera por ti sé que no conocería a Marianne, de la que, de todas formas, sólo he escuchado dos canciones. Quizá tenga que bajarme ese disco que dices ;)