Un amigo del imputado por el crimen de Fago ha dicho hoy - hablaba para las noticias - que, con la imputación de Santiago Mainar, este crimen ya ha creado dos muertos. ¿Dos muertos? No, no: un muerto y un asesino. Entre los dos hay una barrera infranqueable que levanta el que disparó el arma.
Escuché unas declaraciones de Mainar a la radio antes de su imputación. Decía algo así como que del disparate (del acalde) salía el apocalipsis (el asesinato): es una traducción libre. O que una cosa lleva a la otra. O sea, que en realidad estaremos todos muertos en unas semanas, a más tardar.
Parece que la exculpación retórica del crimen es una constante social, tanto si se trata de esto como de lo otro.
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