¿La elección de determinadas palabras alude, acaso, a una coincidencia más amplia en el contenido de lo que decimos? Si yo digo crisis y tú dices crisis, ¿significa esto que hay una crisis o que nos la hemos inventado? ¿O significa, quizás, que necesitamos que la haya? No sé si esto puede servir para aclararse sobre Ibarretxe y sus opuestos, pero lo intento.
Aunque lo único cierto es que, frente a la palabra muerte, un muerto - o dos - lo cambia todo, incluso la sensibilidad. Ésta sería la diferencia entre los enunciados: hay dos muertos, matar es la postura equivocada, y en este país de locos me llaman a declarar. La primera es descriptiva e insoslayable, la segunda es moral y de valor, mientras la tercera es meramente falaz, pues en cualquier sistema estatal llaman a declarar cuando se comete un acto ilegal.
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