Hace algunos días me encontré defendiendo ante uno de mis profesores (o quizá ya debiera empezar a referirme a ellos como "mis colegas", je) el famoso libro de Karl Popper, La sociedad abierta y sus enemigos, una obra tan discutible como grandiosa. La pregunta que aquel profesor me formuló - que en qué residía la validez contemporánea de una obra llena de injustificables agresiones y trivialidades - me hizo detenerme a pensar en ello, aunque en ese momento sólo pude atinar a decir que la combatividad del libro de Popper merecía al menos una lectura divertida.
La sociedad abierta y sus enemigos se publicó en 1945, es decir, en pleno final de la Segunda Guerra Mundial. Popper la había escrito contra el totalitarismo de su tiempo, la había escrito como un arma y desde la indignación (al igual que Hannah Arendt escribió Los orígenes del totalitarismo desde la indignación, como un arma contra la tradición del historiador que escribe sine ira et studio). Popper dividió la obra en dos ataques incisivos: contra Platón, al que hizo increíblemente culpable de la tradición racista-totalitaria; y contra Marx, culpable por su parte (este sí de manera más directa) de la tradición socialista-totalitaria. En ambos pensadores Popper detectó los orígenes del amor por las sociedades cerradas y temerosas.
Platón y Marx habían sido los enemigos de la sociedad abierta. La razón por la que La sociedad abierta y sus enemigos es una obra todavía grandiosa está en el pulso que Popper le echa a su siglo. No puede ser un asunto sin importancia que Popper publicara esto en 1945. ¿Qué es la sociedad abierta? Popper es un liberal, un defensor de los derechos del individuo; y un demócrata, tradición que él retrotrae hasta Pericles. Pero esto no le impide expresarse en términos clarísimos sobre la necesidad de proteger a los débiles contra los fuertes, eso que él denomina proteccionismo (moral, pero también económico) y que a veces los liberales radicales olvidan en su lucha por la del individuo. Es decir, Popper no se olvida de ninguno de los ideales modernos: libertad e igualdad. Eso es lo que me gusta de La sociedad abierta y sus enemigos.
Eso y que, a pesar de los múltiples dislates de su argumentación, encontramos también hallazgos deslumbrantes, como defender a Dickens frente a Platón porque éste último confundió individualismo con egoísmo, mientras que Dickens sostuvo un tipo de individualismo altruista completamente único.
Hay quienes dicen que 1945 nos queda lejos y que por eso leer La sociedad abierta y sus enemigos es cosa ya inútil. Pero yo invito a leer o a releer esta obra de Popper, crítica pero amigablemente.
6 comentarios:
Muy buena sugerencia. Es un magnífico libro. Me deslumbró hace años y desde entonces soy un incondicional de Popper.
Un abrazo,
Paul.
Disfrutad este link de frases in´ditas de Popper:
http://fresesdepopper.blogspot.com/
gracias por el articulo me ayudo mucho con una tarea.quisiera leer ese librito
Yo no he tenido la oportunidad de leer este libro , pero me han dado unas excelentes referencias de el ya que mis amigos que ya lo leyeron dicen que Karl Popper es un gran libro.
A mi me parece que La sociedad abierta y sus enemigos es un gran libro y la verdad es que vale la pena comentar sus ideales. Me parece que Popper fue muy claro en el principal anunciado: desecchar el totalitarismo.
Es un muy buen libro, lo disfrute bastante.
Publicar un comentario