He regresado de la Semana Santa (frío, lluvia, bufandas en las playas, la Legión entonando su canto de muerte mientras yo me estremecía de algo) y me encuentro aquí con total perplejidad: ¿qué fue de España y de las actividades a las que antes me dedicaba?Mientras tanto, preparo unas clases sobre John Stuart Mill. ¡Qué liberación leer a Mill! Algún día explicaré por qué merece la pena leer a Mill más que a casi nadie. En esencia, no se enreda demasiado pero miente como el que más. Qué gusto da leer sobre los herejes y los blasfemos, a menudo tan irritantes, pero de los que supongo que los adolescentes filosóficos nunca podremos desprendernos.
(Aún no hemos llegado, entonces, a esa mayoría de edad que dijo Kant).
2 comentarios:
Me gusta tu blog, que no he conocido hasta hoy. Te agradezco que me hayas puesto en la lista. Yo también aprecio a John Stuart Mill, especialmente su "On liberty" ...aunque miente como bellaco, como todos.
Paul.
Mill es maravilloso.
Llegué a tu blog desde el de Arcadi Espada y desde entonces es, francamente, una de mis lecturas favoritas. ¡Muchas gracias por tu visita!
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