sábado, 27 de enero de 2007

Europa, Europa

El ex-presidente Aznar dijo ayer en no sé qué universidad brasileña, a la que fue a recoger un honoris causa, que Europa ha olvidado sus raíces cristianas y que está enfangada en el relativismo moral.
También dice que los inmigrantes deberían empaparse de raíces judeocristianas para que todos nos sintamos a gusto.
Por lo visto, se quedó atascado tiempo atrás. Se le han olvidado la separación entre el Estado y la Iglesia y la racionalidad crítica que diluye todo dogmatismo moral. Se le ha olvidado el liberalismo político, con su pluralidad de formas de vida y de creencias. Se le ha olvidado la lucha por los derechos emprendida por grupos tradicionalmente ignorados, como obreros, mujeres, extranjeros y, oh, gays.
Si te combaten como europeo, defiéndete como europeo.

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