
Brokeback Mountain es una película sobre el miedo, y el personaje que encarna el miedo, que le presta voz y mirada, es Ennis del Mar. Ciertamente Ennis tiene una voz poderosamente masculina y una mirada de niño miedoso; ambos rasgos le definen y definen también, por lo tanto, su furia cuando pega con el puño. Con la mayoría se esconde, no quiere arriesgarse y está dispuesto a pasar por un hombre tranquilo, por un John Wayne pobre e impotente en realidad; pero con algunos, con los irritantes borrachos y los débiles, la furia de Ennis explota y brota la sangre. Porque Ennis no es un bruto, aunque seguramente sí sea un idiota. Ennis es un cobarde.
Yo creo que esta es la mejor escena de la película, la escena decisiva. Es el 4 de julio y los borrachos se ponen pesados con Ennis, su mujer y sus dos hijas. Nada importante, ningún anuncio. Ennis se da la vuelta y se lanza a una pelea que tiene que ganar con seguridad. Su mujer y sus hijas, mientras tanto, le dan la espalda, comprensiblemente.