viernes, 18 de febrero de 2011

Nir Rosen y el amor a la Humanidad

En Los hermanos Karamázov leí, hace muchos años, una frase que todavía recuerdo: un personaje decía que cuanto más amaba a la Humanidad en general, menos amaba a la gente en particular. La reflexión se contiene dentro de una de las típicas soflamas sobre el amor cristiano y el reconocimiento del pecado que caracterizan la literatura místico-psicológica de Dostoyevski, pero, más allá de esto, la frase tiene un gran poder revelador. Resulta que Dostoyevski tenía cierta capacidad para darse cuenta de los movimientos ideológicos que se estaban imponiendo en la Europa del siglo XIX y de cómo éstos influían en el carácter de las personas.
Ahora vivimos en el siglo XXI y existe una cosa llamada Twitter. Es una red social, aunque no tan famosa como Facebook, creo. Las redes sociales son sitios donde cualquier persona puede decir lo primero que se le pase por la cabeza. Así de fácil. Por lo tanto, son sitios donde cualquier persona puede hacer el ridículo o ser ingenioso o brindar conocimientos con gran rapidez y, digámoslo así, con verdadera amplitud. Pero no es mi propósito analizar la naturaleza de las redes sociales, sino afirmar el hecho de que éstas nos ofrecen un nuevo lugar donde amar a la Humanidad en general y detestar a la gente en particular. Últimamente se ha hablado mucho de los "tropiezos" de los famosos en Twitter: Bisbal habló de las pirámides, Vigalondo cayó en desgracia tras hacer ciertos comentarios de mal gusto sobre el Holocausto, a Jordi González se le "calentó" la boca tras ser acusado de hacer telebasura, Álex de la Iglesia se pasó al lado oscuro después de descubrir la bondad y la belleza de Internet, etc. Hasta ahora, todos los mencionados son asuntos patrios, que en mayor o menor medida condicionan la denominada vida cultural de este país (no nos engañemos: Bisbal es un asunto patrio). Sin embargo, ninguna de estas anécdotas nos ilustra sobre lo que significa el amor a la Humanidad cuando se vuelve contra las personas particulares.
Esta semana, el periodista Nir Rosen, descrito por sus colegas como un periodista "de izquierdas", broméo en Twitter acerca de la violación de la periodista Lara Logan: la broma inicial podía considerarse de mal gusto e inoportuna, aunque al fin y al cabo era una broma ("Lara Logan tenía que superar a Anderson, ¿dónde estaba su amiguete McCrystal?") Peores fueron sus respuestas ante las críticas que comenzó a recibir en ese mismo momento, y que son la mejor prueba de que uno debería dejar de escribir o de hablar en ciertos momentos de la vida, incluso con Twitter de por medio. Podríamos decir que se trata de errores humanos, con todo. La Humanidad se las trae.
Si escribo aquí sobre el caso de Rosen no es por estos comentarios, ni siquiera por la violación de Lara Logan. Es por algo bastante más viejo que Twitter: Rosen es un ejemplo claro de amor a la Humanidad en general. Es preferible dejar que él mismo se exprese. Veamos qué ha dicho Rosen en su defensa, tras pedir perdón en repetidas ocasiones por su metedura de pata. En primer lugar, se defiende con una buena excusa: su ignorancia del verdadero alcance del ataque a Logan (At the time, I did not know that the attack against Lara Logan was so severe, or included apparent sexual violence). Hasta aquí, bien. Culpa después al humor negro, en lo que parece ser un mecanismo de autodefensa del reportero de guerra (It was a disgusting comment born from dark humor I have developed working in places like Iraq, Afghanistan, Somalia, Yemen and Lebanon -- and a need to provoke people). Rosen dice más cosas sobre el humor negro y la guerra en esta entrevista: When you’re in war zones you develop a black humor and make jokes about your death, other people’s deaths, other terrible things, writers and photographers do it, as of course do Bosnians, Iraqis, Somalis and others as a coping mechanism. But taken out of context this can be deeply hurtful, especially when made by a man. Lo del humor negro no me parece una mala defensa del primer comentario, desde luego, aunque es una desgracia que se combine con la experiencia de guerra y con ser varón.
Sigamos: la culpa es, también, de Twitter. Twitter no es un lugar acogedor para gente como él, con humor negro y sangre caliente. Twitter is no place for nuance, which is why I should have stuck to long-form journalism. Por otro lado, es de agradecer que no se haya dedicado a analizar la naturaleza de las redes sociales y su impacto en el periodismo de guerra. Estamos llegando al clímax del artículo: lo que Rosen en realidad quería decir cuando bromeó sobre Lara Logan, Anderson Cooper y McCrystal. Had Logan been a non-white, non-famous journalist, this story would have never made it to the news (Si Logan no hubiera sido una periodista blanca y famosa, esta historia nunca se hubiera convertido en noticia). Muchas mujeres han sido víctimas de violaciones en Egipto en los últimos tiempos, mostly, it seems, by non-revolutionaries (sobre todo, al parecer, llevados a cabo por personas que no se dedican a hacer la revolución contra Mubarak). No sé si agradezco tanto que Rosen no nos ofrezca más información al respecto. ¿Qué es lo que quiere decir? ¿Que entre el pueblo revolucionario no es posible que se cuelen unos cuantos capullos, o que los capullos no suelen hacer la revolución contra Mubarak? ¿O tiene información de quiénes son los capullos, aunque no sea el momento ni el lugar de darla? Supongo que se refiere a la última opción. Veamos, por último, en qué términos explica Rosen su interés en hablar de Logan:
The U.S. media did not care when Egyptian journalists (or any other Egyptian) were being jailed. Only when pretty white people showed up did Egypt really start to matter, and then, they were preoccupied with the scary Muslim Brotherhood possibly taking over, or what would happen to poor Israel now that there was a "threat" of democracy in Egypt. (A los medios de comunicación americanos no les ha interesado que periodistas egipcios - o que otros egipcios - hayan sido encarcelados. Egipto sólo empezó a interesarles cuando gente blanca y guapa hizo acto de aparición allí, y después se empezaron a preocupar de la posibilidad de que los aterradores Hermanos Musulmanes tomaran el poder, o de lo que le pasaría al pobre Israel si ahora había una "amenaza" a la democracia en Egipto).
Esta es la parte esencial de la defensa de Nir Rosen: su amor a la Humanidad, en este caso a la Humanidad egipcia, no blanca y fea. Su broma inicial sobre Logan, Anderson Cooper y McCrystal aparentemente no tenía nada que ver con el humor negro que ha desarrollado para protegerse de la violencia y la muerte en las zonas de guerra; tenía que ver con la defensa de los oprimidos, los olvidados, los humillados y los ofendidos (en homenaje, de nuevo, a Dostoyevski). Tenía que ver con la rabia que le inspiran las guerras injustas y los medios de comunicación (americanos). No tenía que ver con Lara Logan, al menos no con ella directamente, excepto por el hecho de que ella representa a los medios de comunicación (americanos) que son capaces de justificar guerras injustas ante los ojos de otras personas blancas y guapas como ella.
With 480 characters I undid a long career defending the weak and victims of injustice.
Qué cosas tiene esto de amar a la Humanidad.

2 comentarios:

Lenny Zelig dijo...

Supongo que el sistemático fracaso de las grandes y románticas historias de amor a la Humanidad obedece a que es un amor imposible. Esos amores suelen nacer de la indignación por lo que se considera injusto -algo no necesariamente inconveniente si acertamos a valorar la injusticia-, pero es un hecho que la indignación cae frecuentemente en el resentimiento (por ejemplo, frente a una prensa fascinada de algún modo por una guerra que consideramos injusta). Y el resentimiento nos hace perder fácilmente la cordura.
El resto, en el caso de Nir Rosen, lo harían twitter, la precipitación y la autojustificación (la que casi todos practicamos religiosamente un par de veces al día) hasta llegar al justo descalabro.
Qué bueno verla de nuevo.

my blue eye dijo...

Lo ha visto usted muy bien. En realidad, Rosen decía exactamente lo que quería decir; no hacía falta ninguna explicación. En general, todos somos capaces de relacionar la búsqueda de la justicia y la lucha contra las injusticias con una cierta capacidad para la indignación. Está claro y es perfectamente reconocible. Sin embargo, usted lo ha visto también: el resentimiento. Rosen se indigna porque una colega - y adversaria - va a recibir atención de los medios debido a su violación. A veces deberíamos indignarnos con nosotros mismos, supongo.
A mí también me alegra verle de nuevo.