jueves, 24 de febrero de 2011

El hombre que no sabía tener enemigos

Javier Cercas vive desde hace años una polémica desgarrada y persistente con Arcadi Espada. El 8 de marzo de 2009, Cercas publicó un artículo titulado "Todos los gatos son teléfonos" en El País. En él narraba un encuentro casual con Espada en un aeropuerto. Al día siguiente, Arcadi Espada cuelga en su página web el artículo escrito por Cercas sobre ese encuentro tal cual. No introduce ni una coma, ni un comentario. Lo deja así para el lector. Pretende que Cercas quede doblemente retratado.

Cercas, en efecto, se retrata a sí mismo en su artículo. Es un artículo que diríamos "mono": las chicas lo diríamos, quiero decir. En él se presenta como un tipo tierno, que camina distraído y eufórico por el aeropuerto cuando se cruza con un antiguo conocido de quien no recuerda el dato fundamental: ese conocido es su enemigo. Cercas se sorprende al reconocerlo, cuando el otro (Arcadi) se lo recuerda, o más bien le recuerda "nuestra polémica". Por un momento parece noqueado, luego suave, tiernamente irritado. Idea respuestas, reformula su réplica ante el ataque de Espada, sucedido años atrás; se disculpa por sus errores. Cae, finalmente, en la melancolía, tras esforzarse con toda su alma en odiar a Espada: todos los hombres son unos pobres hombres. Vanitas vanitatum. Polvo eres, en polvo te convertirás. Ya nada puede hacerse. Lo hemos perdido todo en el naufragio que es nuestra vida. Le hubiera gustado abrazar a A., pero sólo le estrechó la mano.

Arcadi Espada se ha referido a este artículo y de diversas formas como "el abrazo del oso". ¿Qué es el abrazo del oso? El abrazo del oso es esa manera de clavártela por detrás, por decirlo finamente. El abrazo del oso es esa manera tierna y delicada de odiar que tenemos todos los teléfonos.

En general, los españoles llevamos a un Cercas dentro. Sobre todo algunos españoles. Pero deberíamos aspirar a tener más espadas.

1 comentario:

esercito italiano dijo...

Muy interesante ariculo ,que narra la historia de estos dos personajes que se identifican tanto con todos nosotrtos.La analogia con el abrazo del oso muy acertada.Daniela